A diferencia de otros sensores, sensores de microondas pueden operar sin contacto físico con el objeto que están monitoreando. Pueden penetrar superficies metálicas y no metálicas y no tienen partes móviles. 

También son altamente confiables, lo que los convierte en una excelente opción para aplicaciones militares. Según el tamaño, el diseño de la antena y la disponibilidad de microondas, los sensores de microondas pueden detectar movimiento a una distancia de entre 25 mm y 45 000 mm. 

A diferencia de los sensores infrarrojos pasivos, los sensores de microondas detectan el movimiento enviando ondas continuas de radiación de microondas. Detectan el movimiento buscando un cambio en la frecuencia cuando las ondas rebotan en los objetos y activan una alarma. 

Los sensores de microondas más seguros se pueden usar dentro o fuera de los edificios. Se pueden instalar en grandes áreas y se pueden programar para detectar varios tipos de actividad. 

Si quieres saber si un sensor de microondas es seguro, sigue leyendo este artículo. 

¿Qué es un sensor de microondas?

Un sensor de microondas funciona como un sonar. El dispositivo envía un pulso de señales de microondas al entorno y mide cuánto tiempo tardan en recuperarse. El movimiento o los cambios en el entorno interrumpirán la señal. 

Cuando se detecta movimiento, el sensor reconocerá el retraso en la señal y activará una luz. A diferencia del sonar, que se basa en una línea de visión directa, los sensores de microondas funcionan con mucha menos sensibilidad y pueden detectar movimiento a través de paredes delgadas y vidrio.

Un sensor de microondas puede detectar objetos a una distancia de hasta 45000 mm sin contacto físico. Tampoco tienen partes móviles y son extremadamente confiables en aplicaciones militares. 

¿Es seguro un sensor de microondas?

Quizás se esté preguntando: ¿Es seguro un sensor de microondas? Estos dispositivos envían pulsos de energía de microondas, que rebotan en los objetos cercanos. De esta manera, pueden saber si hay alguien o algo en el área. La mayoría de los supermercados y tiendas de conveniencia usan este tipo de sistema de seguridad, pero son menos comunes para la seguridad del hogar. 

Además de su comodidad, los sensores de microondas tienen otras ventajas. Pueden detectar movimiento sin contacto directo con un objeto y pueden penetrar superficies no metálicas. Además, no tienen partes móviles, lo que los hace muy confiables para aplicaciones militares. 

Un sensor de microondas puede detectar movimiento a través de ondas continuas de radiación de microondas. Envía altas frecuencias de radio y busca cambios en su reflejo de los objetos. Los sensores de microondas son más sensibles que los sensores infrarrojos pasivos y pueden detectar movimiento en un área grande. Además, se pueden controlar a distancia, lo que las convierte en una opción ideal para almacenes y grandes edificios. 

Los sensores de microondas emiten señales de microondas, que se miden por su tiempo de eco. Cuando un objeto se mueve, la señal de microondas se interrumpirá y el tiempo de eco cambiará. Si una persona en movimiento está cerca del sensor, se activará una luz. El sensor funciona mejor a temperaturas más bajas. Cuanto mayor sea la temperatura de fondo, menos sensible será el sensor de microondas. 

Los sensores de microondas son más seguros que los sensores PIR. Tienen un menor consumo de energía y son mejores para uso en exteriores. También funcionan mejor en habitaciones con bajas temperaturas, lo que significa que serán más efectivos en aplicaciones de seguridad. 

El concepto básico detrás de los sensores de movimiento de microondas es que funcionan mediante la detección de ondas electromagnéticas. Estas ondas consisten en campos magnéticos y eléctricos oscilantes. Rebotan en los objetos y regresan al sensor cuando no hay movimiento. El receptor del sensor de microondas identificará las alteraciones de las ondas si un objeto se mueve por la habitación.